El lenguaje del vino se lo proporcionan los encargados de probarlo, por ello se habla en todos los idiomas donde se sigue saboreando y disfrutando de nuestros vinos, nacidos al amparo sintomático de veneración por una advocación histórica de la Virgen de las Viñas, cuyo nombre fue adoptado institucionalmente y Tierra Aranda en la Ribera, de las venas fluviales más importantes.
Un clima único junto con un cuidadoso trabajo hacen a nuestros vinos insuperables.