El apellido Comenge ha estado históricamente ligado al vino: a su estudio y su disfrute, al principio. Y desde 1999 a su elaboración. Fue Miguel Comenge un referente de la investigación de la historia del vino en España. Su trabajo quedó plasmado en ‘La vid y los vinos españoles’, publicación todavía de referencia que editó en 1942. Esa pasión la heredó Jaime Comenge, empresario enamorado de la vid que un buen día decidió embarcarse en el proyecto de elaborar vinos que llevaran el apellido de la saga, equilibrados, elegantes, frutales y, sobre todo, producidos con paciencia y sin prisa. El resultado ese gran sueño es una bodega de referencia situada a los pies del castillo de Curiel de Duero, ecológica. Su gran vino lleva el nombre de ese antepasado, Don Miguel. Hoy visitamos Bodegas Comenge.
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