Dominio Basconcillos es el sueño de José María, empresario burgalés que hace veinte años descubrió en el paisaje de Gumiel de Izán un lugar mágico donde elaborar vinos de altura. En uno de los puntos más elevados de la Ribera del Duero, el paraje denominado el Alto de Cura, Jose María imaginó este jardín en el páramo burgalés, donde el ritmo lento, el silencio y el máximo respeto a la naturaleza, son los mandamiento esenciales para obtener la mejor tempranillo con la que elaboran los grandes vinos que llevan su apellido. En la actualidad han tomado el relevo generacional sus hijas Carmen y María José, encargadas de mantener y elevar el legado familiar, trasmitiendo la sensibilidad de la familia Basconcillos en algo tan cotidiano y, a la vez, tan extraordinario, como compartir y disfrutar una botella de un buen vino. Hoy tenemos una cita con Carmen Basconcillos Abad en una cita con Ribera.
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