Félix Callejo afrontó la adversidad desde muy joven con entusiasmo y coraje. De padre y abuelo vinateros, durante muchos años trabajó como comerciante de grano y de vino en Sotillo de la Ribera, pero siempre albergó la ilusión de que, algún día, fundaría su propia bodega. El empujón llegó con su esposa Pilar, con la que formó su proyecto de vida, y en 1989 levantaron su bodega familiar. Hoy sus hijos Beatriz, Noelia, Cristina y Jose Félix, son los encargados de representar los vinos de Sotillo de la Ribera, de sus suelos y de sus parajes, por todo el mundo. El respeto por su entorno les llevó, hace veinte años, a trabajar sus viñedos bajo los criterios de la agricultura ecológica, siendo una de las bodegas pioneras en aplicar estos principios en la Ribera del Duero. Hoy nos acompaña Noelia Callejo, en una cita con Ribera.
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