En el corazón del Valle del Cuco, entre Curiel y Bocos, se alza Legaris, la niña bonita del grupo Codorniu, en la Ribera del Duero. Una bodega fundada en 1998, que acoge un edificio vanguardista diseñado por Domingo Triay, pensado para sumergir al visitante en todo el proceso de elaboración del vino. Legaris pone en valor el paisaje, lleva a la botella el origen y reinventa la tradición de la Ribera del Duero. Para su enólogo, Jorge Bombin, la Tempranillo es una joya que ofrece mil y una caras, que siempre sorprende y de la que es posible sacar un potencial sublime. Ahora su objetivo es desentrañar todos los secretos de la Albillo Mayor.
Cita con Legaris:
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