Familia Torres es sinónimo de experiencia, de legado, de espíritu emprendedor. Hablar de vino en España es hablar de esta familia catalana que llegó a la Ribera del Duero en 2003 para tocar el cielo con su proyecto Pago del Cielo. Y precisamente por eso apostaron por un proyecto que si sitúa a 895 metros sobre el nivel del mar, en las cotas más altas de la DO Ribera del Duero, donde las viñas y las estrellas establecen una mágica conexión. Pago de Cielo es una bodega con un gran compromiso medioambiental que ofrece vinos celestiales: sus Celeste Roble, Crianza y Reserva son una apuesta segura de disfrute.
Cita con Pago del Cielo:
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