Ribera del Duero sigue alumbrando nuevos proyectos de vida, comprometidos con la tierra y su paisaje. Aventuras vitivinícolas que tienen un poco del espíritu de los pioneros, de aquellos que se enfrentaban a lugares inhóspitos y situaciones desconocidas. Porque el fruto más seguro que se cultiva y se recoge en esta parte del Duero es el azar, capaz de darte o quitártelo todo con el mal paso de un nublado. David Ramos Ducher regresó a Olmedillo de Roa para dar continuidad al legado de Renée, Conrado y Nicéforo. Ellos pusieron en sus manos la sensibilidad, la intuición y el conocimiento para perseverar en el trabajo, sortear las dificultades y ofrecer, finalmente, un producto de categoría mundial. Ramos Ducher es un homenaje a todos los pioneros que, hechizados por el espíritu ribereño, se dejan la piel transformando el azar en algo completamente extraordinario. Y con David tenemos hoy nuestra Cita con Ribera.
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