Hay lugares donde el tiempo se para. No hay ruido, se respira paz, solo se escucha el canto de la naturaleza. No hay que buscarlos en los libros, a veces están justo al lado, en forma de edificio de vanguardia, rodeado de historia y patrimonio, al lado de un olivo de más de mil quinientos años. Ese lugar es Bodegas Tr3mano. Un sueño soñado por tres soñadores, tres amigos separados por un océano y unidos por la pasión por el vino. En Peñafiel, con alma mexicana, elabora vinos a partir de 55 hectáreas de viñedo viejo, vinos que se crean como auténticas obras de arte y que proyectan ese espíritu de unión, de hermandad, de respeto por la tradición, que evocan los fundadores de la bodega: la familia mexicana Ruiz (importadores de la Europea en México), Antonio Sierra y Fernando Remírez de Ganuza, bodeguero de gran prestigio, y Pedro Aibar, impulsor de la DO Somonano y bodeguero en Campo de Borja. Ellos lo resumen con una sola frase: Un buen vino une. Incluso a amigos separados por un océano. Hoy nos recibe Pedro Aibar en Bodega Tr3sManos.
Cita con Tr3smano:
¡Visita el perfil de la bodega para conocer más!